sábado, 25 de febrero de 2012

¿ La envidia es buena?

¡Eres un envidioso! Estoy seguro que a todos nos han dicho esto alguna vez a lo largo de nuestra vida, ya sea por celos provocados por nuestro hermano pequeño, por provocar un pataleta promovida por ver que se comportan mejor con los demás que contigo o simplemente porque piensas que un amigo tuyo, familiar o conocido, tiene más cosas buenas que tú, es más querido, admirado... Pero ¿ Qué es la envidia? ¿Cómo podemos evitarla? ¿Es buena o mala?

La envidia se define como tristeza o pesar del bien ajeno,¿nos suena, verdad? Ésto se debe, a que este sentimiento no es algo inalcanzable, que experimentemos en raras ocasiones, ya que prácticamente todos los días tenemos síntomas de ésta.
Un ejemplo, que suele ocurrir en la mayoría de las familias, cuando se tiene otro hijo, principalmente ocurre en aquellas cuando tienen el segundo niño, ya que el primero estaba acostumbrado a ser hijo único, tener todo para él, toda la atención iba dirigida a éste, las caricias, los abrazos... y todo ésto se deshace o disminuye, cuando llega nuestro hermano recién nacido del hospital, a partir de ese momento todas las visitas son para verlo, para conocerlo, cogerlo, llegan regalos y más regalos únicamente para él, pasando tú a un segundo plano. Yo creo que todos los hermanos mayores, han experimentado esta sensación, en la cual me incluyo, porque tuve que ver como toda la atención, se dirigía a mi hermana recién nacida, cuando yo tenía 5 años, incluso me iba con mi padre a jugar, los primeros días de venir del hospital, en los cuales la casa estaba llena de gente, de lo celosa que me ponía, al ver que yo no tenía regalos, y ya no era la niña pequeña de la familia.


Pero no solo tenemos envidia cuando somos pequeños, yo he visto como adultos sentían celos por sus jefes o por aquellas personas a las que la vida profesional y familiar les iba mejor que a él.
Pero el principal problema de la envidia, es cuando ésta se convierte en odio o aversión, es decir, que sintamos tanta envidia por una persona, que no la podamos ni ver, ni soportar. Por ejemplo, pensamos que a una amiga nuestra la vida le ha sonreído, tiene su familia, su trabajo, su casa , mientras que tú estás en paro, no has formado una familia y estás viviendo en la casa de tus padres, porque no tienes dinero, tu sentirás envidia por la otra persona, pero el problema se agrava cuando ves que le vuelven a salir las cosas bien ¡Le ha tocado la loteria! Entonces en ese momento, te preguntarás ¿ Qué he hecho mal? Comenzarás a odiar esa persona, destruyendo tu amistad, y más si es presumida, aquí comienza el verdadero problema, el odio.

Pero no solo conocemos un solo tipo de envidia, todos hemos escuchado tengo envidia buena, es decir, sentimos celos por los demás pero desde la buena intención, sin llegar nunca al punto de odiarlo.

La envidia no es ni buena ni mala, la tenemos que saber llevar y depende de como la interpretemos así será, si la sentimos desde la buena intención, sin hacer daño a nadie, no nos perjudicará, incluso nos beneficiará por alegrarnos por los demás y ver nuestros propios errores, pero si es "mala" nos perjudicará mucho, nos dañará a nosotros mismos, odiaremos a los demás, romperemos la amistad con los demás y nos hará personas más insoportables, inconformes con nuestra vida.

domingo, 19 de febrero de 2012

¿Por qué criticamos?

Críticas, críticas y más críticas, todos alguna vez, hemos criticado varias veces a los demás o incluso a algo y por supuesto hemos sido criticados por los demás o por alguna acción nuestra. Existen muchos tipos de críticas, aquellas que se hacen con maldad o bondad, con mala intención o buena, para humillarnos o para que aprendamos... ¿Qué es criticar? ¿ Que tipos de críticas existen? ¿Debemos criticar?

Criticar se define como censurar, notar, vituperar las acciones o las conductas de alguien. Como he dicho anteriormente existen diferentes tipos de críticas. Un ejemplo: Trabajamos como jurado, en un programa de televisión, en el cual se buscan talentos, uno de los participantes hace el ridículo, y tras ello tenemos que juzgarlo, no sabemos como reaccionar, le queremos decir que lo ha hecho fatal y ha quedado en evidencia, pero no somos capaces de saber que palabras utilizar para expresarnos sin herirlo, de una forma o de otra lo vamos a criticar. Tenemos dos caminos principales: criticarle, mostrar nuestra opinión, de una forma suave, sin tener que volver a ponerlo en ridículo con nuestras palabras, o mostrarnos duros y decirle todo cual. Como se puede ver, en ambos casos le diremos lo mismo, con las mismas palabras, pero lo importante son las formas. Podemos criticar a los demás sin necesidad de humillarlos o ponerlos en ridículo.

Por otro lado, existen aquellas que se hacen con maldad o con bondad, por ejemplo: Si consideramos que una amiga nuestra va mal vestida o no se está comportando correctamente. Podemos criticarla por delante, que se entere ella y de esta forma hacer algo bueno por ella, y otro camino sería criticarla por detrás sin que ella se entere, y así le perjudicaríamos a ella, porque no le hacemos ver la realidad. Aquí tenemos otro ejemplo de críticas diferentes, en las que se dice lo mismo pero con buena o con mala intención.

Las críticas pueden ser buenas o malas , todo depende de la forma en que se digan y con la intención  en que se hagan. Pero en general, éstas siempre nos ayudan a formarnos con personas, ver lo bueno y lo malo y corregir nuestros propias errores.

sábado, 11 de febrero de 2012

¿Decimos lo que pensamos?

Todos nosotros, tenemos nuestras propias opiniones de los demás, de nuestros amigos, de nuestra familia, del mundo que nos rodea... pero en la mayoría de las ocasiones no expresamos o manifestamos aquello que verdaderemente sentimos, tendemos a distorsionar nuestras opiniones y pensamientos o producir mentiras, escondiendo lo que realmente creemos, pero ¿Por qué no lo hacemos? ¿Tenemos miedo a que no sea lo correcto y lo único que queremos es "regalarles los oídos a los demás"?¿Qué es mejor, cambiar lo que verdaderemente pensamos y manifestar aquello que sea más correcto, o ser sinceros e ir hasta al final con lo que pensamos y discutir las distintas opiniones y puntos de vista?

Voy a poner un ejemplo muy sencillo, que nos ha pasado a todos: Un amiga nuestra se ha comprado un vestido exclusivamente para la fiesta de fin de curso, ella está muy ilusionada y te pide tu opinión, tu por más que la miras piensas que ese vestido no es correcto para ir a una fiesta tan famosa, ya que no le queda bien, no es bonito, es muy llamativo... pero a la hora de la verdad, cuando tenemos que hablar ¿ Por qué no estamos seguros de que decirle? Es cierto, que el hecho de decirle la verdad, conlleva el miedo de que se enfade por tu opinión, puesto que ella está muy bien con él y no ve nada malo, pero si te callas, ella estará conforme ya que le has dicho lo que ella quería oír, mientras que ella está contenta pensando que va guapísima, tu sentirás que va  haciendo el ridículo, en cierta medida por no haber tenido el valor de decírselo ¿ Cuál es la opción correcta?
En este caso, las opciones se disparan, un grupo de personas, le dirán la verdad, sin miedo a lo que la otra pueda pensar, ya que necesitan ser sinceros, otras optarán por callarse y no amargarle la noche,
¿Por qué total quién va a ser si le has mentido o no?, y por último estarán aquellas que le darán una versión parecida a lo que piensan, "adornarán" sus pensamientos, restándole importancia, con buenas palabras... Decir o no decir....

El ejemplo anterior, es algo muy simple, pero siempre hay personas que le dicen a los demás lo que piensan, sin importarles si aquellos se va a enfadar o molestar con su opinión. Ésto hace que en muchas ocasiones, cataloguemos la sinceridad como algo negativo, criticamos a los que van de frente diciendo todo lo que piensan, ya que quieren sentirse bien con ellos mismos.En otro extremo, están aquellos que dicen y demuestran lo que los otros quieren ver y oír, dejan a un lado su propia personalidad, para ser en cierta medida esclavos de los demás, deciden prescindir de sus pensamientos y opiniones. En cambio, a estas personas las catalogamos como falsas e hipócritas.

La principal raíz del problema, es la siguiente, la inseguridad que tenemos en nosotros mismos. Aquella persona que vaya de cara, diciendo todo lo que piensa a cualquiera, sin miedo, sabrá que da cada paso seguro, porque está segura de sí misma, no tendrá ningún temor a lo que pueda suceder después. Mientras que aquella que es cierta medida falsa, que no dice lo que piensa, es porque no está segura de sí misma, piensa que pude fallar a los demás y tener conflictos, con ellos, prefiere regalarles los oídos a los demás, por miedo a fallarles, ponerse en ridículo o quedarse solo.

Ahora bien, debemos saber controlar nuestra propia sinceridad, debemos darle una oportunidad a los demás, sabiendo en que momento nos tenemos que callar y cuando tenemos que hablar. Pero lo importante es tener seguridad en nosotros mismos e intentar no ser falsos con los demás.

domingo, 5 de febrero de 2012

¿Podemos conocer la realidad tal como es en sí misma?

Para poder responder correctamente a esta pregunta debemos definir los términos, conocer y realidad. Conocer es averiguar por el ejercicio de las facultades intelectuales, la naturaleza, cualidades y relaciones de las cosas, y la realidad se define como lo que es efectivo o tiene valor práctico, en contraposición con lo fantástico y lo ilusorio. Según esta definición, conocer la realidad es muy sencillo, ya que es todo aquello que no sea fruto de la fantasía o la ilusión. Pero ¿Podemos conocerla tan fácilmente? ¿Cómo podemos saber que algo es real? ¿Cada uno tiene una visión distinta de la realidad?
Obviamente, esta pregunta no es tan fácil de responder, ya que durante toda la historia del pensamiento filosófico, los grandes filósofos han intentado reflexionar sobre la realidad, sin llegar a una conclusión común. Existen opiniones opuestas, para unos si es posible conocerla y para otros no.
Todos cuando hemos sido niños, hemos pensando que los personajes de dibujos de nuestra época, existían, para nosotros eran reales. En carnaval, nosotros creíamos que veíamos a Spiderman, a Pluto… mientras que para los adultos eran simplemente personas disfrazadas. Como se puede ver, cuando somos pequeños conocemos la realidad de una forma muy diferente a como la conocen las personas mayores. Estas formas distintas de entender la realidad, pasan desapercibidas, ya que se recurre a la inocencia de los niños.
Otro ejemplo, para nosotros el cielo es azul, pero puede que ser que para una persona daltónica el cielo sea rojo. Ambos ejemplos, demuestran que la realidad no es conocida de la misma forma por todos.
Pero, sin centrarnos en enfermedades o en experiencias de nuestra infancia, en la actualidad existen muchas opiniones diversas en torno a la religión católica, puesto que cada una tiene su manera de ver la realidad. Una persona cristiana, cree totalmente en Dios, para ella es real, mientras que para una persona atea, Dios no es existe, no forma parte de su realidad. Cómo se puede ver cada uno conoce la realidad de una forma, no existen unos modelos, a los cuales nos tengamos que ajustar.
Conocer la realidad es una tarea muy difícil, incluso aquello que pensamos todos que es real puede ser que no lo sea, por ejemplo todos estamos totalmente seguros, que el agua está formada por hidrógeno y oxígeno, pero puede ser que en el futuro se descubra un nuevo elemento químico que forme parte del agua.
Como he dicho anteriormente, nosotros no podemos agarrarnos o sujetarnos a una ciencia empírica, como lo filosofía, para saber si podemos conocer o no la realidad, puesto que existen opiniones muy dispares desde enunciados tales  como las cosas son como son, en el que se afirma que si podemos conocer la realidad, puesto que algo es real, tal y como lo vemos, a enunciados  como la realidad es una creación mía, es decir, nosotros creamos o establecemos nuestra propia realidad.
Cómo se puede ver, éste es uno de los temas con opiniones muy diferentes, cada uno tiene su punto de vista. En mi opinión, no se puede conocer la realidad tal como es en sí misma, puesto que exceptuando las deducciones obtenidas por las ciencias formales, como las matemáticas(ejemplo: Todo el mundo está de acuerdo en que dos más dos son cuatro), cada uno tiene su forma propia de ver la realidad, hecho que en muchas ocasiones lleva a conflicto.
La realidad no se puede conocer, únicamente debemos fijarnos en todas las visiones distintas que existen de ver o conocer la realidad, y establecer nuestra propia realidad, y lo que verdaderamente conocemos, siempre respetando la formas de ver la realidad de los demás.