sábado, 11 de febrero de 2012

¿Decimos lo que pensamos?

Todos nosotros, tenemos nuestras propias opiniones de los demás, de nuestros amigos, de nuestra familia, del mundo que nos rodea... pero en la mayoría de las ocasiones no expresamos o manifestamos aquello que verdaderemente sentimos, tendemos a distorsionar nuestras opiniones y pensamientos o producir mentiras, escondiendo lo que realmente creemos, pero ¿Por qué no lo hacemos? ¿Tenemos miedo a que no sea lo correcto y lo único que queremos es "regalarles los oídos a los demás"?¿Qué es mejor, cambiar lo que verdaderemente pensamos y manifestar aquello que sea más correcto, o ser sinceros e ir hasta al final con lo que pensamos y discutir las distintas opiniones y puntos de vista?

Voy a poner un ejemplo muy sencillo, que nos ha pasado a todos: Un amiga nuestra se ha comprado un vestido exclusivamente para la fiesta de fin de curso, ella está muy ilusionada y te pide tu opinión, tu por más que la miras piensas que ese vestido no es correcto para ir a una fiesta tan famosa, ya que no le queda bien, no es bonito, es muy llamativo... pero a la hora de la verdad, cuando tenemos que hablar ¿ Por qué no estamos seguros de que decirle? Es cierto, que el hecho de decirle la verdad, conlleva el miedo de que se enfade por tu opinión, puesto que ella está muy bien con él y no ve nada malo, pero si te callas, ella estará conforme ya que le has dicho lo que ella quería oír, mientras que ella está contenta pensando que va guapísima, tu sentirás que va  haciendo el ridículo, en cierta medida por no haber tenido el valor de decírselo ¿ Cuál es la opción correcta?
En este caso, las opciones se disparan, un grupo de personas, le dirán la verdad, sin miedo a lo que la otra pueda pensar, ya que necesitan ser sinceros, otras optarán por callarse y no amargarle la noche,
¿Por qué total quién va a ser si le has mentido o no?, y por último estarán aquellas que le darán una versión parecida a lo que piensan, "adornarán" sus pensamientos, restándole importancia, con buenas palabras... Decir o no decir....

El ejemplo anterior, es algo muy simple, pero siempre hay personas que le dicen a los demás lo que piensan, sin importarles si aquellos se va a enfadar o molestar con su opinión. Ésto hace que en muchas ocasiones, cataloguemos la sinceridad como algo negativo, criticamos a los que van de frente diciendo todo lo que piensan, ya que quieren sentirse bien con ellos mismos.En otro extremo, están aquellos que dicen y demuestran lo que los otros quieren ver y oír, dejan a un lado su propia personalidad, para ser en cierta medida esclavos de los demás, deciden prescindir de sus pensamientos y opiniones. En cambio, a estas personas las catalogamos como falsas e hipócritas.

La principal raíz del problema, es la siguiente, la inseguridad que tenemos en nosotros mismos. Aquella persona que vaya de cara, diciendo todo lo que piensa a cualquiera, sin miedo, sabrá que da cada paso seguro, porque está segura de sí misma, no tendrá ningún temor a lo que pueda suceder después. Mientras que aquella que es cierta medida falsa, que no dice lo que piensa, es porque no está segura de sí misma, piensa que pude fallar a los demás y tener conflictos, con ellos, prefiere regalarles los oídos a los demás, por miedo a fallarles, ponerse en ridículo o quedarse solo.

Ahora bien, debemos saber controlar nuestra propia sinceridad, debemos darle una oportunidad a los demás, sabiendo en que momento nos tenemos que callar y cuando tenemos que hablar. Pero lo importante es tener seguridad en nosotros mismos e intentar no ser falsos con los demás.

2 comentarios:

  1. Me gusta esta entrada, yo he hecho dos ya sobre este tema. Opino que con el ejemplo del vestido, quizás tendrías que decir lo que de verdad piensas pero de forma más delicada, en lugar de decir, no me gusta, vas fatal y horrible, decir, para mi gusto no me entusiasma o no me gusta mucho como te queda. El problema no es que tu no debas ser sincero sino que el otro debe tener esta seguridad de lo que le gusta, porque si algo nos gusta verdaderamente nos va a dar igual lo que piensen los demás, no creo que haya que ser tan falsos como somos a veces, puede que valga con decir lo que realmente piensas de manera educada y no a lo bruto, y también si ha esa chica le gusta verdaderemente el vestido en este caso no le va a importar lo que piensen los demás.

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  2. Mariaje, yo también estoy de acuerdo contigo en que tenemos que decir lo que verdaderamente pensamos, pero muchas veces tendemos a ser falsos, por miedo a como se lo tomen los demas, cosa que no debería ser así, porque el otro debe saber comprender y respetar las demás opiniones, y ver si le compensa ir así (en caso del vestido). Pero como tú dices tenemos que decir las cosas con delicadeza, aunque digamos lo mismo pero tenemos que buscar las palabras correctas.

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