domingo, 27 de noviembre de 2011

¿ Por qué no tengo fuerza de voluntad?

Personas sin propósitos en la vida, únicamente siguen con su rutinas, aquellas que se los marcan a principio del año, con la intención de cumplirlos y conseguirlos en los meses siguientes y por último están aquellas personas que siempre tienen marcadas unas metas, unos propósitos, ganas de conseguirlos para sentirse orgullosos de ellos mismos. ¿ Pero por qué unas personas pueden conseguir sus propósitos y otras no? ¿ Está basado en la fuerza de voluntad de cada uno? y lo más importante ¿ Que es la fuerza de voluntad y como la podemos adquirir o mejorar?
La fuerza de voluntad se define como una propiedad de la personalidad que apela a una especie de fuerza para concretar una acción según un resultado esperado. La voluntad implica generalmente una recompensa futura, ya que se realiza un cierto esfuerzo para revertir una tendencia inmediata en pos de una ganancia posterior. En esta definición, no se hace referencia únicamente a un colectivo de personas, si no a todos a general, pero ¿ Por qué hay personas que tienen esa fuerza y otras que carecen de ella? Os voy a poner un ejemplo: Uno de los propósitos que tienen la mayoría de las personas es dejar de fumar, cuando una persona no es capaz de dejarlo recurre fácilmente al motivo de: no tengo fuerza de voluntad ¿Pero si todos somos iguales y estamos en las mismas condiciones, por qué vas a ser menos que ellos? Este ejemplo lo vivo muy de cerca ya que mi padre y mi tío hace unos años decidieron dejar de fumar, aunque a mi tío le costó dejarlo, lo consiguió a la primera, lleva tres años sin fumar, en cambio, mi padre no fue capaz, estuvo unos meses sin tabaco, pero finalmente volvió. El no fue capaz de luchar por conseguir sus metas, y a pesar de que se ha leído el famoso libro para dejar de fumar y ha visto películas y documentales no lo logra.

Mi padre forma parte de un gran colectivo de personas que no logran cumplir sus propósitos, muchas veces pienso que concretamente mi padre, no lo ha conseguido porque no se lo ha propuesto verdaderamente. Es decir, él no ve todos los peligros que ello conlleva, está rodeado en el trabajo de un ambiente de humos lo que hace que le sea más difícil dejarlo. Hay un montón de circunstancias que influyen en nuestra fuerza de voluntad, todo el mundo conocemos a personas o en concreto nosotros mismos, que el día de nochevieja se han puesto propósitos que quieren cumplir : Dejar de fumar, ir al gimnasio, adelgazar, reducir los gastos... y al final la mayoría de ellos no se cumplen, se quedan en el olvido y al año siguiente nos los volvemos a plantear.
Pero hay  muchos casos, en los que tenemos que lograr nuestros propósitos a la fuerza, tenemos que vencer a la fuerza de voluntad, por ejemplo, si a una persona le detectan que tiene riesgo de sufrir un infarto y tener problemas de corazón por obesidad, él o ella intentará adelgazar a la fuerza, por su propia salud, no vale decir en estos casos quiero o no quiero, es necesidad. Aunque siempre hay casos en los que no se cumple lo propuesto, y se tiene que recurrir a otros medios más fuertes, como es una operación o ser tratados por médicos, hay veces que no podemos con la fuerza de voluntad.

En conclusión, yo pienso que todos tenemos la misma fuerza de voluntad, podemos conseguir aquello que nos propongamos, únicamente tenemos que marcarnos la meta, concienciarnos, y tirar con ello, ver los pros y los contras y asegurarnos por qué es bueno o malo para nosotros y para mí lo más importante es tener unos modelos en la vida, para guiarnos y ver que todo es posible. Todo es posible si nos lo proponemos.

2 comentarios:

  1. Yo pienso que la fuerza de voluntad tiene que salir de uno mismo y reforzarla con el paso del tiempo, porque hay veces que te hace de tirar hacia atrás y no puedes llegar a expresar o transmitir lo que de verdad te sucede. Buen entrada.

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  2. Antonio la fuerza de voluntad es verdad, que debemos intentar que salga de nosotros mismos, pero ésta muchas veces no aparece, por decirlo de alguna forma, y tenemos que tenerla en cuenta a la fuerza, por beneficio propio. Esto no quiere decir que no debemos expresar todo aquello que se nos pasa por la cabeza y sentimos, como he dicho antes tenemos que mirar los pros y los contras para decidirnos a dar ese paso.

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